GASTROGURÚ 19
ODILE FERNANDEZ MARTÍNEZ
MEDICO DE FAMILIA.
AUTORA DEL LIBRO“ALIMENTACIÓN ANTICANCER”
Fotografía: Antonio Juan Gras Alarcón
Que hay palabras que trasmiten miedo y pavor generalizado no cabe
ninguna duda. Y cáncer es un vocablo cavernoso que a su paso levanta silencios
fríos.
Odile Fernández, médico de familia nacida en 1973, tomó la decisión de
cambiar de hábitos dietéticos y de estilo de vida cuando meditó aquellas
palabras que le notificaron un cáncer de ovarios, que aún después de ser
extirpado, había hecho metástasis en vagina, pulmón y huesos.
Tras estudiar la alimentación de aquellos lugares donde la población
ofrecía datos del menor número de enfermedades cancerígenas, decidió que la
fusión del mediterráneo y oriente, sobre todo en su vertiente hindú y japonesa,
serían el hilo de su futura condición de cocinar para tratar de frenar las
células tumorales que una alimentación repleta de carnes rojas y procesadas,
bollería industrial y bebidas saturadas de azúcar se encarga de fomentar la
posible presencia del mal.
Además de haber conseguido frenarlo, Odile realizó el milagro de darle
un hermanito, Iker, a Nacho, su primer hijo, y decide que su deber es hacer que
los demás no se sientan solos a la hora de su lucha. Así toma la iniciativa de
comenzar a escribir, para llevar esperanza a los demás y mostrar que apostando
por una dieta cargada en fitoquímicos, casi una quimioterapia que nos envía la
naturaleza ayudada por los colores de cada alimento, es posible encontrar
aliados.
Empeñarse en buscar productos frescos, estacionales y procedentes de
agricultura ecológica, volver a guisar con leguminosas, incorporar las especies
no solo para tener resultamos más agradables, sino para aprovechar su gran
carga curativa y que nos sirvan como sustituto de la sal. Odile tiene la
convicción de que si se incorporara el estudio y explicación de la alimentación
en nuestra época formativa mucho cambiarían los datos y encuestas sobre la
enfermedad.
No estamos aún demasiado concienciados de lo importante que debe ser
alimentarse de manera correcta. Tal vez se piense en lo perverso que es el
tabaco, pero ni le prestamos la atención que debiéramos a realizar más ejercicio
del que solemos hacer, a los problemas de obesidad infantil y adulta, o a
plantear una vida elogiando más la lentitud, y alejarnos de una urgencia que
nos lleva a utilizar demoledoramente el reloj como dios todopoderoso.
Comparte la tesis de Marieta Fernández, profesora de la asignatura de
“alimentación y cáncer” en la Universidad de Granada: hay que tener toda la
información que podamos, incorporar esa información a nuestra propia
percepción, llevarla a cabo y mantenerla en nuestra cotidianidad.
Su propia experiencia le lleva a afirmar que para la lucha contra la
enfermedad es mejor si la familia está
muy unida, que se implique totalmente, en dietas y estadíos, para hacer más
llevadero el camino. Que son muchos los intereses económicos creados en seguir
practicando una curación “ortodoxa”, donde la industria farmacéutica logra
pingues beneficios, sin pensar que si nos detuviéramos en acercarnos a los
productos que la cercana huerta nos ofrece, apoyaríamos una regeneración de lo
natural, sostenible y ecológico. Además de apoyar una economía de lo cercano.
Odile cree en el futuro, escribe y cocina para que muchos de nosotros
aprendamos a darle un valor casi vitalista a lo que consumimos. Porque somos lo
que comemos. Y no cabe duda, es más saludable formar parte de la naturaleza que
de la industria.
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