48. Adobos filipinos

Mapa de Filipinas

- Dice  Ming Chao, nuestro taxista viajero, que los filipinos tienen aún una cocina de raíces tan española que no sólo practican la merienda, sino que tienen un plato de paella.

- Es cierto, señor Cardamomo. Además conservan el concepto del escabeche y del adobo. Y en tagálog, idioma que allí platican, como diría el señor Gallo, mezclan expresiones como  “longaniza”, “almóndigas” o “callos”.

- ¿Entonces,  maestro Azafrán, por qué no tenemos un conocimiento mayor de esa cocina, y sin embargo nos volvemos locos por lo que suene a asiático, sudamericano o sencillamente pueda ser fusionado?

- Me alegro que me haga ésa pregunta. Creo que somos un país que olvida con demasiada rapidez. Y de las hermosas islas Filipinas sólo nos queda el Mantón y esa extraña manera de copular que tenía cierta famosa casada con el hijo de “papuchi”. Nos desprendemos del pasado para apuntarnos a un presente de modas publicitadas. Una vez derrotados por los americanos, parece que queremos olvidar que una vez estuvimos en aquellos paradisíacos lugares

- De todas formas parece interesante éste remanso el mundo donde adoban con salsa de soja, y añaden jengibre, después de las frituras del pollo o la carne que quieren adobar. Mezclar tradiciones significa no olvidar lo que hemos sido.

- Recuerde Cardamomo que como estamos en verano no estaría mal que nos comiéramos ese plato que le veo trajinar en las playas de Borácay, una de las mejores del mundo con permiso de la de las islas Cíes.

Playa de Borácay

- Si me permite voy a dejar macerando el pollo con calamondina, esas minúsculas naranjas que tanto le gustan. Y así versionamos nosotros a los filipinos, gente fina donde los haya.

Calamodines

- Como siempre sobresaliente, señor Cardamomo.